Me ha encantado ver esta entretenida historia, donde a partir de una guapa protagonista se entremezcla el tema de la prostitución y la adolescencia. Muy bien la actuación de la modelo (la actriz es modelo profesional) e interesantes los motivos que llevan a la protagonista a tomar la decisión que toma. Muy buena la narración, el tiempo, las estaciones, los personajes, las emociones...
Sin embargo, desde el punto de vista de una mujer no adolescente, no hay quien se crea esta historia, que parece salida directamente de las fantasías sexuales de un hombre machista, de los que ojalá no existieran.
Me preocupa que se vea esta película sin una crítica de la historia, que normaliza una situación que no debería de existir, si pensamos en una sociedad justa e igualitaria para todos. El intercambio de dinero por sexo debería cuestionarse, pensarse desde una perspectiva de género, penalizarse, legalizarse, pensarse... pero no presentarse como algo normal y divertido y que ese sea el mensaje básico de la película.
Ya no podemos aceptar mensajes machistas de hombres que pretenden vender situaicones injustas para la mujer, como si fuera lo mejor que nos puede pasar: hacer feliz al hombre, sin importar la manera de conseguirlo o sin importar la vida de ellas. Que no pretendan hacernos pensar que esta historia es la vida de una muejr, porque claramente está escrita y pensada por hombres y dirigida para hombres.
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| François Ozon, 2013 |
